miércoles, 8 de mayo de 2013

INTRODUCCIÓN


La historia de la medicina tiene su origen en los albores de la humanidad. El tratamiento de las enfermedades en la prehistoria del ser humano comenzó en el íntimo contacto con la naturaleza, con la observación de las costumbres de otros animales y con la experiencia acumulada tras la ingestión accidental o provocada de algunas especies vegetales.
La medicina tradicional china y asiática data el uso de la flora medicinal con una antigüedad de unos 10.000 años. Se han catalogado unas 7.000 especies diferentes y se ha desarrollado un peculiar sistema de tratamiento que se basa más bien en el gusto, el olor y la temperatura de la planta, que en los estudios farmacológicos.
En el mundo occidental se conoce la existencia de herbarios desde la época de los asirios, los babilonios, los fenicios y los sumerios. 
Pitágoras (600-500 a.C.) nos dejó las primeras indicaciones acerca de la salud.
Teofrasto (370-287 a.C.) autor de un libro sobre plantas y piedras.
Dioscórides (siglo I d. C) Describió mas de 600 plantas medicinales en cinco libros titulados “De materia médica”.
Plinio el Viejo (siglo I d. C.) publicó una extensísima “Historia natural” con 37 tomos, algunos dedicados a plantas bienhechoras de la salud.
Claudio Galeno (131-200 d. C.) fue médico imperial en Roma y sus libros se estudiaron en todas las facultades hasta bien entrada la Edad Media. Galeno codificó y sistematizó por primera vez fármacos procedentes del reino vegetal, animal y mineral. 
La forma de clasificación de las  plantas, universalmente aceptado por la comunidad científica, desarrollado desde el año 1753 por el gran naturalista y botánico sueco Carl von Linné (castellanizado: Linneo).
Hipérico ( Hypericum canariense L. )
La unidad de clasificación de las plantas es la “Especie” que agrupa a los individuos que tienen la mayor parte de las características en común: “canariense”.
Dentro de una misma especie, como consecuencia del tipo de terreno en que se críe, del clima y de las posibles hibridaciones o cruces que haya sufrido, se pueden presentar un número variable de “Variedades” con la misma composición química, pero con algunas diferencias en la concentración de principios activos.
Las especies parecidas entre sí se agrupan en “Géneros” que comparten alguna característica común. “Hypericum”.
Varios géneros similares se agrupan en una “Familia” que igualmente comparten una característica común que las define: “HYPERICACEAE”. Las familias similares se agrupan en “Órdenes” éstos en “Clases”, y éstas a su vez en “Divisiones o Tipos”.
Así disponemos de un sistema seguro que evite las más que probables equivocaciones que tendrían lugar cuando se transmiten los conocimientos y costumbres de la medicina popular. 
Colombia posee una gran riqueza natural y cultural respecto al uso de plantas medicinales, se logró registrar un total de 2.404 especies utilizadas con este fin, que corresponden principalmente a estudios etnobotánicos realizados en las diferentes unidades biogeográficas del país. Entre las especies reportadas como medicinales, fue posible identificar un total de 202 familias, siendo las más mencionadas la Asteraceae (Compositae), seguida de la Fabaceae (Leguminosae), Rubiaceae, Solanaceae, Lamiaceae (Labiatae), Euphorbiaceae y Piperaceae.
La mayor parte de la vegetación de uso medicinal en el país crece de forma silvestre y es aprovechada de manera tradicional, de las 2.404 plantas registradas, 1.442 corresponden a especies consideradas nativas del Neotrópico y con presencia en Colombia y 214 a plantas medicinales exclusivas de Colombia.
Las plantas medicinales consideradas como portadoras de sustancias (o principios activos) constitutivas de medicamentos deben reunir los requisitos de calidad, seguridad y eficacia según la normatividad internacional y nacional. Esta normatividad señala que, en las plantas medicinales, un medicamento es el binomio planta (o mezcla de plantas) más la indicación terapéutica, y que tiene propiedades para prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar o curar enfermedades o dolencias, o para afectar a funciones corporales, o al estado mental.
Raramente la planta entera tiene valor medicinal; normalmente los compuestos útiles se concentran en alguna de sus partes: hojassemillasflorescortezas y raíces se utilizan con relativa frecuencia.







No hay comentarios:

Publicar un comentario